viernes, 29 de julio de 2011


La vida pierde la gracia para el que olvida celebrar. Y me pedís lo que no tengo, mi bien, lo que hago no te alcanza. No hay pan que tape el agujero, el de la angustia existencial. Por eso dame solamente lo que más te guste y nada más.
Está hinchada mirando el suelo con una virgen en tu regazo, te deshiciste de vos y ahora lo culpás a Dios. Es que amo tu sonrisa y lo demás no me hace falta, si bailaras para el cielo esta noche amor, buenos augurios llegarán.
A veces me siento cruento al fantasear con tu vida, no pongo de más expectativas de que vayas a cambiar, y a veces te volvés exigente esperando magia en mis propuestas, pero alguna absurda respuesta te vuelve a decepcionar

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